Todas nuestras relaciones son espejos. El otro es
nuestro maestro, nos devuelve aquello que necesitamos sanar Nuestra relación de
pareja es una oportunidad de “vernos”. A partir del reconocimiento de
aprendizaje que nos ofrece el “otro” nos haremos responsables de nuestra vida y
de nuestra felicidad. Así podremos compartir una relación sana y “real” con el
otro.
En el momento en que creamos expectativas de que
“el otro” nos va a dar todo lo que necesitamos, que nos hará feliz y que será
para siempre, estaremos creándonos una realidad falsa y asegurándonos
decepciones, sensaciones de fracaso y de infelicidad.
Ninguna relación nos aportará aquello que no nos
aportemos nosotros mismos. Re-evaluar nuestras creencias y ver los patrones de
nuestra familia de origen nos dará una “visión” más real de la relación de
pareja: de las que hemos creado hasta ahora y de las que deseamos crear en el
futuro.
La relación más importante en nuestra vida es la
que establecemos con nosotros mismos. No podemos darle al otro lo que no nos
damos a nosotros.
La pareja es, para muchas personas, un aspecto de la vida en la que es
necesario trabajar conscientemente. En la relación con la pareja, proyectamos
nuestro mundo emocional herido, expectativas a menudo demasiado elevadas o poco
realistas, creencias limitadoras, miedos, todo un territorio inconsciente que
puede llegar a bloquear y sabotear la vivencia de una relación de pareja
saludable y enriquecedora.
Creemos, sin embargo que el desafío bien vale la pena.
Encontrar y disfrutar de un/a compañero/a de camino, desarrollar la aceptación,
la ternura, la pasión, la complicidad. La pareja es quizás una de las áreas de
la vida que más juego nos brinda, al tiempo que nos invita a arriesgarnos y a
emprender la apasionante aventura del crecimiento compartido.
Publicado por: Marisol Gavidia Hernàndez
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