El pensar nos brinda muchas cosas maravillosas, sin embargo, en algunas ocasiones más que aclarar, confunde. Aunque no alcancemos a comprenderlas, hay cosas importantes que igualmente podemos experimentar. Intentar racionalizar el amor, la belleza o la fe es minimizar la experiencia, diluyendo su valor. Anhelamos el poder que brinda el pensamiento y sin embargo, a veces ganamos más dejándonos maravillar que intentando comprender la inmensidad de lo que subyace más allá del pensamiento.
El pensamiento es una de las más maravillosas y poderosas herramientas con las que contamos. Pero no es la única. Por supuesto quieres cuestionar. Obviamente quieres ser curioso. Ciertamente quieres definir y analizar y comprender el mundo en el que vives. Pero también deseas ser, por el mero hecho de existir. Planifica, y también deja fluir. Examina, y también mira, simplemente. Piensa, y también vive.
Tomado de la Web
Publicado por: Marisol Gavidia Hernàndez
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