Presta atención. Observa. Escucha. El éxito no se limita a dar pistas. El éxito grita a voces instrucciones específicas a cualquiera que se tome el tiempo y el trabajo de prestar atención.
Presta atención no sólo a aquellos que deseas imitar, sino, más importante aun, a aquellos a los que debes servir. Si estás vendiendo algo, conoce a tu cliente. Si estás actuando, conoce a tu audiencia. Si estás escribiendo, conoce a tus lectores.
Si tan sólo le prestas un poco de sincero respeto, el mundo te dirá cómo hacer que sea tuyo. Abre tus ojos y date cuenta la inmensa cantidad de oportunidades que existen para marcar una verdadera diferencia en positivo. Sal e involúcrate. Sé curioso. sé auténtico. Si el mercado no está golpeando a tu puerta, ocúpate tú de aprender más y comprender a ese mercado.
Con suficiente comprensión, serán pocas las cosas que no puedas hacer. Encárgate de descubrir maneras de ser realmente útil, de brindar verdadero servicio, y vivirás tus días en plenitud.
Tomado de la web
Publicado por: Marisol Gavidia Hernàndez
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