Cuando algo debe ser hecho, ve y hazlo, lo antes posible. Dejarlo para más tarde sólo incrementará la dosis de esfuerzo y energía requerida de tu parte. Cuanto menos lo dilates, más cosas concretarás y más efectivo serás.
Entonces, ¿cómo vencer las dilaciones? Primero, piensa en todos los efectos no deseados que se producirán si no lo haces. Cuando uno se niega siquiera a pensar en las consecuencias negativas de no hacer nada, es fácil postergar las cosas. Así que lucha contra las dilaciones concentrándote en las cosas que no desearías que sucedan, pero que con certeza sucederían.
Más allá de eso, piensa en las consecuencias positivas que se producirían si optases por hacerlo. Refuerza tu propio deseo y motivación para hacer lo que debes hacer.
Luego, elige un buen punto de partida, acepta que probablemente no lo harás a la perfección, y salta de una vez. Hazlo. Hazlo ahora. Tú sabes que debe hacerse. Ten presente lo que pasaría si no lo haces, y compáralo con lo que sucedería si lo haces. Elige aquello que producirá los mejores resultados. Se trata de tu vida. Deja de posponerlo. Avanza, ahora mismo.
Tomado de la web
Publicado por : Marisol Gavidia Hernàndez
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