Muchas de las compañías que hoy están haciendo negocios, facturando cientos de millones de dólares, comenzaron a operar hace apenas unos años, con una sola persona; una persona que tuvo un sueño y comenzó poco a poco.
Cualquiera puede comenzar poco a poco e ir creciendo, se trate de negocios, cultura, una relación, o aprender algo nuevo. Justamente porque uno empieza poco a poco, no se pone ningún límite en cuanto a cuán lejos puede llegar.
Empezar poco a poco es infinitamente mejor que no comenzar jamás. Si hay algo realmente ambicioso que deseas alcanzar, lo más probable es que no puedas lograrlo de una sola vez. Pero por supuesto, esa no es razón para darse por vencido.
Empieza despacio. Hay algo que puedes hacer ahora mismo para ponerte en movimiento. Luego estarás listo para el próximo paso. Mañana, habrá algo más que podrás sumar al esfuerzo. En poco tiempo, habrás alcanzado un impulso enorme.
En nuestro mundo de correos electrónicos, entregas al otro lado del planeta en 24 horas y hornos a micro-ondas, demasiado a menudo pensamos que la gratificación instantánea es el único tipo de satisfacción que realmente cuenta. Pero no es así.
Las cosas buenas siempre requieren tiempo. Siempre lo necesitaron y siempre lo necesitarán, a pesar del ciber-espacio. ¿Tienes un sueño? Ten el coraje y la paciencia de comenzar poco a poco. Sigue perseverando, día tras día, y seguramente tu sueño llegará a ser tan grande como deseas que sea.
Tomado de la Web.
Publicado por: Marisol Gavidia Hernàndez
No hay comentarios:
Publicar un comentario