EL ENTENDIMIENTO
Nunca jamás uso la palabra
renuncia. Lo que digo es: goza de la vida, del amor, de la meditación, de
las bellezas del mundo, del éxtasis de la existencia... ¡goza de todo!
Transforma lo mundano en sagrado. Transforma esta orilla en la otra orilla,
transforma la tierra en el paraíso.
Y sin embargo,
indirectamente, empieza a producirse una cierta renuncia. Pero es una cosa que
ocurre, no lo haces tú. No es algo que haces, es algo que ocurre. Empiezas a
renunciar a tus tonterías, empiezas a renunciar a la basura. Empiezas a
renunciar a las relaciones insensatas. Empiezas a renunciar a trabajos que no
satisfacen tu ser. Empiezas a renunciar a lugares en los que no era posible el
crecimiento. Pero yo a eso no lo llamo renuncia. Lo llamo entendimiento,
conciencia.
Si llevas piedras en la mano
creyendo que son diamantes, yo no te diré que renuncies a: Esas piedras. Me
limitaré a decirte: «Mantente alerta y echa otra mirada.» Si tú mismo ves que
no son diamantes, ¿qué necesidad hay de renunciar a ellas? Caerán de tus manos
por sí mismas. De hecho, si quieres seguir llevándolas tendrás que hacer un gran
esfuerzo, tendrás que aplicar mucha voluntad para seguir llevándolas. Pero no
podrás llevarlas mucho tiempo; en cuanto hayas visto que son inútiles, que no
valen nada, tendrás ganas de tirarlas.
Y cuando tus manos queden
vacías, podrás buscar auténticos tesoros. Y los tesoros auténticos no están en
el futuro. Los auténticos tesoros están aquí mismo, ahora.
OSHO
Tomado de la Web
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