Marisol Gavidia Hernandez

Marisol Gavidia Hernandez
Marisol Gavidia Hernandez

viernes, 9 de noviembre de 2012

Decálogo para tener un BUEN DÍA

Decálogo para tener un BUEN DÍA
Por Maytte Sepulveda

1. Vive intensamente cada momento. No pienses en que serás feliz cuando cambies de trabajo, cuando te mudes o cuando tengas una nueva pareja. Encuentra cosas positivas en tu vida presente y disfruta de ellas.

2. No pospongas lo que deseas.
La mayoría de las veces te sientes insatisfecho y desmotivado porque no encuentras el tiempo o el apoyo de tu pareja o de un amigo para hacer las cosas que te gustan. Elige una actividad que quieras realizar y da los pasos necesarios para cumplir con ella. No lo postergues más.

3. Sé agradecido.
Aprende a agradecer por todas las cosas buenas que te pasan, por las personas y las circunstancias que te rodean, porque siempre son un medio para aprender.

4. Cambia los pensamientos negativos.
Cada vez que una idea negativa llegue a tu mente, déjala salir de la misma manera en la que llegó, sin prestarle ninguna atención, y crea pensamientos positivos y afirmativos.

5. Escoge un momento de la semana para preocuparte.
Dedica media hora o quince minutos (especialmente planificados) a pensar en lo que te preocupa, pero ni un minuto más. Así, cada vez que una preocupación te visite, podrás decirte: "Ahora no voy a pensar en esto lo haré en el tiempo que reservé para hacerlo".

6. Observa el comportamiento de los niños. Cada vez que te sientas abrumado o estresado, obsérvalos actuar y jugar. Realiza unas cuantas respiraciones profundas para aflojar la tensión y piensa en que ellos siempre están en el presente, sin prisas, no desperdician el tiempo recordando el pasado o preocupándose por el futuro.

7. Rompe la rutina. Haz una pausa y, por un momento, escapa a tu rutina diaria. Toma un café, lee un libro, sal a dar una vuelta, haz un poco de ejercicio, disfruta de ese tiempo que es tuyo, sin pensar en tus asuntos pendientes o en qué estarán haciendo tus personas queridas.

8. Recuerda dónde estás. Si las preocupaciones no te sueltan practica un pequeño ejercicio de ubicación: Mira a tu alrededor, observando y resaltando todos los detalles del lugar donde estás, respira profundo y regresa al momento presente.

9. Ocúpate de resolver una cosa a la vez. Cuando estamos en el trabajo pensamos en todas las tareas pendientes que tenemos en el hogar: las facturas por pagar, los arreglos por hacer, en los hijos… Lo mismo nos sucede cuando al fin llegamos a casa. En lugar de ser agradables con nuestras personas queridas, el estrés y las preocupaciones que cargamos nos llevan a maltratarlas, lo que afecta nuestra relación con ellas, y hace que se pierda la oportunidad de compartir y descansar por estar, mentalmente, en otro sitio.

10. Maneja tu agenda. Eres tú quien realmente administra y decide qué hacer con tu tiempo. Organízate cada noche, de manera que al día siguiente puedas cumplir con tus asuntos pendientes y disponer de un tiempo libre para las actividades que te relajan y que suavizan tu vida. ¡No todo es deber!

Publicado por:
Marisol Gavidia Hernàndez
http://www.eluniversal.com/estampas/anteriores/080309/encuentros1a.shtml


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