En este sentido, la belleza del mundo es principalmente un recordatorio de lo increíblemente bella que es tu vida. Contar con esos recordatorios, que renuevan y refuerzan tu sentido de la belleza y tu agradecimiento por ella, es maravilloso. Sin embargo, la esencia de la belleza no está en los objetos que calificas de hermosos, sino en la maravilla y el esplendor de la vida misma.
La fuerza de la belleza es algo vivo, y es tuya para que la uses. La belleza que percibes a tu alrededor es sólo una muestra de la enorme belleza que hay en tu propia vida. Sí, hay desafíos. Sí, las tragedias existen. Sí, hay dolor. Aún así, a pesar de todo, cada día, cada instante, cuentas con la belleza y la riqueza de tu vida. Siente la increíble fuerza que eso significa, y vívela.
Tomado de la Web
Publicado por: Marisol Gavidia Hernàndez
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